Desde Santurce a Bilbao
vengo por toda la orilla,
con la falda remangada
luciendo la pantorrilla,
vengo deprisa y corriendo
porqué me oprime el corsé,
voy gritando por las calles:
¡Quien compra!
sardinas frescué.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.
La del primero me llama
la del segundo también,
la del tercero me dice:
¿a cuanto las vende usted?
Si yo le digo que a cuatro,
ella me dice que a tres,
cojo la cesta y me marcho,
¡Quien compra!
sardinas frescué.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.
lunes, 30 de enero de 2012
DESDE SANTURCE A BILBAO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario